El deleite divino
de apreciar tu inocencia ,
me hace complice de este pecado,
de este capricho avaro.
Es quizas por mi cabeza de loco,
o corazon de amante.
Serà simplemente por mi nostalgia
o por mi terca pasiòn.
El precioso delirio
de apreciar tu sinceridad,
me hace hoy victima de esta culpa,
de esta horca perfumada.
Es quizas por mi mente perturbada
o mi corazon desplomado.
Será simplemente por que quiero
o porque te deseo.
Asi es la consecuencia
de quererte ahora
más que nunca.
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