Naufragios

Con cuántas mentiras
uno podría ser feliz.
Se necesitan quimeras para sostener
los vacíos propios de esta vida.
con una falsedad podría bastar
jurar-no en vano-
que en este mundo de asco
no todo pinta mal.

Con cuántas mentiras
podríamos tener un amor
fugaz, audaz y pasajero,
que valga cada segundo
una estrella lejana del cielo.
con un engaño bastaría
saber que con una moneda al mar
compraremos nuestro destino
y el camino a casa.