El camino se hace largo
y sigo siendo el mismo.
Ese mismo del ayer,
del presente,
del mañana.
Ese existencial sin razón
testarudo y orgulloso.
Sigo siendo como el del ayer,
el cauteloso y silencioso.
Como el de este presente
audaz e ingenuo.
Soy el del futuro ,
el caballero errante,
el bohemio sincero
y el poeta nostalgico.
Soy el mismo,
aunque el camino infinito
no tenga nunca otro.
Soy el mismo,
el del ayer y el de hoy.
Soy el mismo,
el mismo que comienza inspirado,
escribe desconfiado de sus versos,
y termina siendo igual.
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