Bajo una lluvia

Bajo la lluvia inesperada
de este viejo puerto,
mi alma se deleita
con voces tristes y solitarias
de historias pasadas
que siguen vivas sin querer.
Vivas como el agua
que recorre las calles
y ahogan mi ventana.

Tan vivas que me extraña,
-no suelo recordar de la nada-

Bajo la lluvia perfecta
en este inmenso rincón
bohemio y voraz,
mi corazón se escapa
y aunque no quiera
corre por las rutas del alba
más vivo que un sol.

Y sin querer vuelvo a ser
ese melancólico ingenuo
que deseaba que la lluvia
fuese una amante de cama.